Luego de 56 años se retira Héctor Alonso
Un recorrido de más de medio siglo de compromiso, profesionalismo y huella imborrable en la historia de la empresa.
Hay trayectorias que trascienden lo laboral y se convierten en parte del alma de una empresa. La historia de Héctor Alonso en Francovigh S.A. es una de ellas.
En 1968, con apenas 22 años, Héctor se sumó al equipo como conductor de camiones, encargándose de abastecer sucursales y entregar productos. Siete años después, dio un giro clave a su carrera: comenzó a desempeñarse como vendedor a campo, recorriendo nuevas zonas, captando clientes y fortaleciendo nuestra presencia en el mercado.
Ya en 1977 se incorporó a la oficina comercial, donde consolidó su rol como referente indiscutido de la División Chapas. Su capacidad técnica, su entrega diaria y su compromiso con el crecimiento del equipo lo convirtieron en un verdadero pilar de la sección. Durante décadas, formó, guió y resolvió, siempre con la misma energía y disposición.
El cierre del año coincidió con el cierre de un ciclo inolvidable: su retiro. En un encuentro cargado de afecto y agradecimiento, compartimos palabras, y muchos recuerdos. Desde Francovigh queremos expresar nuestro más sincero reconocimiento a Héctor, no solo por su desempeño profesional, sino por los valores humanos que dejó como legado.
Gracias, Héctor. Por tu ejemplo, por tu humanidad y por haber sido parte esencial de nuestra historia. ¡Te deseamos lo mejor en esta nueva etapa!
Fecha de publicación: 27.12.24
Luego de 56 años se retira Héctor Alonso
Un recorrido de más de medio siglo de compromiso, profesionalismo y huella imborrable en la historia de la empresa.
Hay trayectorias que trascienden lo laboral y se convierten en parte del alma de una empresa. La historia de Héctor Alonso en Francovigh S.A. es una de ellas.
En 1968, con apenas 22 años, Héctor se sumó al equipo como conductor de camiones, encargándose de abastecer sucursales y entregar productos. Siete años después, dio un giro clave a su carrera: comenzó a desempeñarse como vendedor a campo, recorriendo nuevas zonas, captando clientes y fortaleciendo nuestra presencia en el mercado.
Ya en 1977 se incorporó a la oficina comercial, donde consolidó su rol como referente indiscutido de la División Chapas. Su capacidad técnica, su entrega diaria y su compromiso con el crecimiento del equipo lo convirtieron en un verdadero pilar de la sección. Durante décadas, formó, guió y resolvió, siempre con la misma energía y disposición.
El cierre del año coincidió con el cierre de un ciclo inolvidable: su retiro. En un encuentro cargado de afecto y agradecimiento, compartimos palabras, y muchos recuerdos. Desde Francovigh queremos expresar nuestro más sincero reconocimiento a Héctor, no solo por su desempeño profesional, sino por los valores humanos que dejó como legado.
Gracias, Héctor. Por tu ejemplo, por tu humanidad y por haber sido parte esencial de nuestra historia. ¡Te deseamos lo mejor en esta nueva etapa!
